Producto de mi sobreendeudamiento, uno de mis acreedores embargó mi propiedad, llegando incluso a la etapa de remate en el juicio. Frente a esto busqué innumerables estudios jurídicos y ninguno de ellos me daba una solución clara, para salvar mi casa del remate. Estos estudios jurídicos decían que debía declararme en quiebra y así entregar mi propiedad, lo cual yo no quería. De esta manera llegué por recomendación de un amigo a Asesoría Deudores; quienes además de salvar mi propiedad, pude ponerme al día en mis deudas, todo esto sin declararme en quiebra.