Si llevas un tiempo sin pagar una deuda, puede iniciarse en tu contra un proceso de cobro cuya etapa final es la cobranza judicial, que te generará gastos adicionales a causa de los intereses y de las costas o pagos del proceso.
Como acabamos de mencionarlo, un cobro suele desarrollarse por etapas. Te explicamos cuáles son:
- Cobranza Preventiva: son recordatorios de cercanía de la fecha de pago o del retraso del mismo. Por lo general, se hace a través de mensajes o llamadas.
- Cobranza Extrajudicial: cuando la demora en el pago se extiende, empresas externas te contactarán para intentar que te pongas al día y canceles lo adeudado.
- Cobranza Judicial: después de 90 días, por lo general, el acreedor impondrá una demanda en tu contra para exigir el pago de la deuda ante los tribunales ordinarios de justicia.
¿Cómo saber si estás en proceso de cobranza judicial?
Es muy sencillo, por Ley tienes que recibir una carta donde se notifique que existe una demanda en tu contra. Nuestro consejo es que en ese momento intentes pagar la deuda o llegar a un acuerdo de pago, para evitar el embargo y remate de tus bienes, y el reporte ante el DICOM. Para lograrlo es ideal que cuentes con un abogado especializado en defensa de deudores que sabrá cómo afrontar los términos legales y llegar a buen término.
La Cobranza Judicial no es un proceso agradable, así que recuerda que en Asesoría Deudores estamos siempre atentos para asesorarte y ayudarte a superar los malos momentos.
Gerente general, experto en Derecho Privado.